Método tradicional
El método tradicional del vino espumoso es un proceso de producción de vino espumoso que se desarrolló en la región de Champagne, en Francia, en el siglo XVIII. Este método consiste en la producción de vino espumoso a partir de la añadidura de levaduras y azúcares a un vino base, que se hace fermentar dos veces, primero a barril y después a botella.
Pasos de elaboración de vino con el método tradiccional
El primer paso del método tradicional es la producción del vino base, que se hace con uva blanca o rosada. Después, se hace una primera fermentación en barril, que dura de tres a seis meses. Una vez finalizada la primera fermentación, se filtra el vino y se trasvasa a botellas de champanera, donde se realiza la segunda fermentación. Esta segunda fermentación es la que produce las burbujas de dióxido de carbono que dan al vino espumoso su característica chispa.
Después de la segunda fermentación, el vino se conserva en las botellas durante un período de tiempo que puede ir de quince meses a varios años, dependiendo de la calidad del vino que se quiera obtener. Durante este período, se hace una "crianza a cricket", es decir, se hace girar las botellas ligeramente todos los días para que la levadura que ha quedado en el fondo de las botellas se distribuya uniformemente por el vino. Este proceso es lo que da al vino espumoso su complejidad y elegancia.
Finalmente, una vez finalizado el período de crianza, se hace una selección de los vinos más adecuados para la producción del vino espumoso, se filtran y se dosifican (se añaden azúcares y levaduras para la tercera fermentación) y se cierran con una tuerca de cava. Esta tercera fermentación es la que da lugar a las burbujas de dióxido de carbono que se ven en la copa cuando se sirve el vino espumoso. Una vez finalizada la tercera fermentación, el vino se deja madurar durante un período de tiempo adicional antes de ser embotellado y vendido en el mercado.
Mostrando los 5 resultados